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Cuidado de la piel

Después de la jornada laboral, lo más habitual es que sus manos necesiten rehidratarse, ya que la piel está expuesta a situaciones de estrés continuas. Por ello, el uso de una crema hidrante contribuye a mantenerla sana y protegida, reponiendo aceites, agua y nutrientes, restaurando las condiciones protectoras de la epidermis.

Con su uso frecuente, las manos quedan protegidas de la sequedad, de las grietas, el enrojecimiento y de la dermatitis.

Estas cremas deben aplicarse al finalizar el turno de trabajo, siempre después de lavarse las manos.

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